Reseñas y opiniones de libros, voz en poemas, algún escrito propio.
Cualquier cosa improvisada dentro de esa magia que llamamos literatura.

miércoles, 6 de marzo de 2013

"Carta de despedida" Gabriel García Márquez

Hoy, 6 de marzo, García Márquez cumple ochenta y seis años. 

Un gran genio cargado de bondad que nos regala mundos para adornar el que nos ha tocado vivir.

Dejo esta "Carta" que hace tanto tiempo escribió como despedida. Deseando aún unos cuántos trozos más de vida. Texto agridulce, lleno de esperanza y nostalgia; las frases de este escrito están fragmentados en todas nuestras cabezas, como frases únicas que resuenan como ecos.

Si supiera que estos son los últimos momentos que te veo, diría te quiero y no asumiría, tontamente, que ya lo sabes.


Fotografía: Indiana Forti ("No rostros")
www.indianaforti.com


 Si por un momento Dios se olvidará de que soy una marioneta de trapo y me regalara un trozo de vida, posiblemente no diría todo lo que pienso, pero en definitiva pensaría todo lo que digo. Daría valor a las cosas, no por lo que valen, sino por lo que significan. Dormiría poco, soñaría más. Entiendo que por cada minuto que cerramos los ojos perdemos sesenta segundos de luz. Andaría cuando los demás se detienen, despertaría cuando los demás duermen, escucharía cuando los demás hablan y ¡cómo disfrutaría de un buen helado de chocolate!

Si Dios me obsequiara un trozo de vida, vestiría sencillo, me tiraría de bruces al sol, dejando descubierto, no solamente mi cuerpo sino mi alma. Dios mío, si yo tuviera un corazón, escribiría mi odio sobre el hielo y esperaría a que saliera el sol. Pintaría con un sueño de Van Gogh sobre las estrellas un poema de Benedetti, una canción de Serrat sería la serenata. Regaría con mis lágrimas las rosas, para sentir el dolor de sus espinas y el encarnado beso de sus pétalos...

Dios mío si yo tuviera un trozo de vida... no dejaría pasar un solo día sin decirle a la gente que quiero que la quiero. Convencería a cada hombre o mujer de que son mis favoritos y viviría enamorado del amor. A los hombres les probaría cuan equivocados están al pensar que dejan de enamorarse cuando envejecen, sin saber que envejecen cuando dejan de enamorarse. A un niño le daría alas, pero le dejaría que él solo aprendiese a volar. A los viejos les enseñaría que la muerte no llega con la vejez sino con el olvido.

Tantas cosas he aprendido de ustedes, los hombres... he aprendido que todo el mundo quiere vivir en la cima de la montaña, sin saber que la verdadera felicidad está en la forma de subir la escarpada. He aprendido que cuando un recién nacido aprieta con su pequeño puño, por vez primera, el dedo de su padre, lo tiene atrapado por siempre. He aprendido que un hombre sólo tiene derecho a mirar a otro hacia abajo cuando ha de ayudarle a levantarse. Son tantas las cosas que he podido aprender de ustedes, pero realmente de mucho no habrán de servir, porque cuando me guarden dentro de esa maleta, infelizmente me estaré muriendo.

Siempre di lo que sientes y haz lo que piensas. Si supiera que hoy es la última vez que te voy a ver dormir, te abrazaría fuertemente y rezaría al Señor para poder ser el guardián de tu alma. Si supiera que esta fuera la última vez que te vea salir por la puerta, te daría un abrazo, un beso y te llamaría de nuevo para darte más. Si supiera que ésta fuera la última vez que voy a oír tu voz, grabaría cada una de tus palabras para poder oírlas una y otra vez indefinidamente. Si supiera que estos son los últimos momentos que te veo, diría te quiero y no asumiría tontamente que ya lo sabes.

Siempre hay un mañana y la vida nos da otra oportunidad para hacer las cosas bien, pero por si me equivoco y hoy es todo lo que nos queda, me gustaría decirte cuanto te quiero, que nunca te olvidaré. El mañana no le está asegurado a nadie, joven o viejo. Hoy puede ser la última vez que veas a los que amas. Por eso no esperes más, hazlo hoy, ya que si el mañana nunca llega, seguramente lamentarás el día que no tomaste tiempo para una sonrisa, un abrazo, un beso y que estuviste muy ocupado para concederles un último deseo. Mantén a los que amas cerca de ti, diles al oído lo mucho que los necesites, quiérelos y trátalos bien, toma tiempo para decirles lo siento, perdóname, por favor, gracias y todas las palabras de amor que conoces.

Nadie te recordará por tus pensamientos secretos. Pide al Señor la fuerza y sabiduría para expresarlos. Demuestra a tus amigos cuánto te importan.

lunes, 25 de febrero de 2013

Mario Benedetti

La magia de la sencillez en la poesía está reservada para unos pocos.
Los versos de Benedetti, a primera vista, faltos de complejidad poseen alma.

"El amor, las mujeres y la vida" es un libro que me acompaña en cada viaje, por corto o cercano que sea.

En palabras del autor: "El amor es uno de los elementos emblemáticos de la vida. Breve y extendido, espontáneo o minuciosamente construido, es de cualquier manera un apogeo en las relaciones humanas."

Al leerlo, sólo me viene a la mente la dulzura y el milagro que es la vida; el milagro que es el amor.

Abro el libro y os dejo unos poemas.

Como siempre, la fotografía que utilizo para los videos es  de Indiana Forti ("No rostros"), que me regaló la oportunidad de capturar mi alma en una imagen.
www.indianaforti.com


Mucho más grave.


 Todas las parcelas de mi vida tienen algo tuyo
y eso en verdad no es nada extraordinario
vos lo sabés tan objetivamente como yo

sin embargo hay algo que quisiera aclararte
cuando digo todas las parcelas
no me refiero sólo a esto de ahora
a esto de esperarte y aleluya encontrarte
y carajo perderte
y volverte a encontrar
y ojalá nada más

no me refiero sólo a que de pronto digas
voy a llorar
y yo con un discreto nudo en la garganta
bueno llorá
y que un lindo aguacero invisible nos ampare
y quizá por eso salga enseguida el sol

ni me refiero sólo a que día tras día
aumente el stock de nuestras pequeñas
y decisivas complicidades
o que yo pueda   o creerme que puedo
convertir mis reveses en victorias
o me hagas el tierno regalo
de tu más reciente desesperación

no
la cosa es muchísimo más grave

cuando digo todas las parcelas
quiero decir que además de ese dulce cataclismo
también estás reescribiendo mi infancia
esa edad en que uno dice cosas adultas y solemnes
y los solemnes adultos las celebran
y vos en cambio sabés que eso no sirve
quiero decir que estás rearmando mi adolescencia
ese tiempo en que fui un viejo cargado de recelos
y vos sabés en cambio extraer de ese páramo
mi germen de alegría   y regarlo mirándolo

quiero decir que estás sacudiendo mi juventud
ese cántaro que nadie tomó nunca en sus manos
esa sombra que nadie arrimó a su sombra
y vos en cambio sabés estremecerla
hasta que empiecen a caer las hojas secas
y quede el armazón de mi verdad sin proezas

quiero decir que estás abrazando mi madurez
esta mezcla de estupor y experiencia
este extraño confín de angustia y nieve
esta bujía que ilumina la muerte
este precipicio de la pobre vida

como ves es más grave
muchísimo más grave
porque con estas o con otras palabras
quiero decir que no sos   tan sólo
la querida muchacha que sos
sino también las espléndidas
o cautelosas mujeres
que quise o quiero

porque gracias a vos he descubierto
(dirás que ya era hora
y con razón)
que el amor es una bahía linda y generosa
que se ilumina y se oscurece
según venga la vida

una bahía donde los barcos
llegan y se van
llegan con pájaros y augurios
y se van con sirenas y nubarrones
una bahía linda y generosa
donde los barcos llegan
y se van

pero vos
por favor
no te vayas.



Rostros de vos

Tengo una soledad
tan concurrida
tan llena de nostalgias
y de rostros de vos
de adioses hace tiempo
y besos bienvenidos
de primeras de cambio
y de último vagón.

Tengo una soledad
tan concurrida
que puedo organizarla
como una procesión
por colores
tamaños
y promesas
por época
por tacto y por sabor.

Sin un temblor de más,
me abrazo a tus ausencias
que asisten y me asisten
con mi rostro de vos.

Estoy lleno de sombras
de noches y deseos
de risas y de alguna maldición.

Mis huéspedes concurren,
concurren como sueños
con sus rencores nuevos
su falta de candor.
Yo les pongo una escoba
tras la puerta
porque quiero estar solo
con mi rostro de vos.

Pero el rostro de vos
mira a otra parte
con sus ojos de amor
que ya no aman
como víveres
que buscan a su hambre
miran y miran
y apagan la jornada.

Las paredes se van
queda la noche
las nostalgias se van
no queda nada.

Ya mi rostro de vos
cierra los ojos.

Y es una soledad
tan desolada.




No te salves.
 
No te quedes inmóvil
al borde del camino
no congeles el júbilo
no quieras con desgana
no te salves ahora
ni nunca
no te salves
no te llenes de calma
no reserves del mundo
sólo un rincón tranquilo
no dejes caer los párpados
pesados como juicios
no te quedes sin labios
no te duermas sin sueño
no te pienses sin sangre
no te juzgues sin tiempo

pero si
pese a todo
no puedes evitarlo
y congelas el júbilo
y quieres con desgana
y te salvas ahora
y te llenas de calma
y reservas del mundo
sólo un rincón tranquilo
y dejas caer los párpados
pesados como juicios
y te secas sin labios
y te duermes sin sueño
y te piensas sin sangre
y te juzgas sin tiempo
y te quedas inmóvil
al borde del camino
y te salvas
entonces
no te quedes conmigo.




Cuerpo docente

Bien sabía él que la iba a echar de menos
pero no hasta qué punto iba a sentirse deshabitado
no ya como un veterano de la nostalgia
sino como un mero aprendiz de la soledad.

Es claro que la civilizada preventiva cordura
todo lo entiende y sabe que un holocausto
puede ser ardua pero real prueba de amor
si no hay permiso para lo imposible.

En cambio el cuerpo
como no es razonable sino delirante
al pobrecito cuerpo
que no es circunspecto sino imprudente
no le van ni le vienen esos vaivenes
no le importa lo meritorio de su tristeza
sino sencillamente su tristeza.

Al despoblado desértico desvalido cuerpo
le importa el cuerpo ausente / o sea le importa
el despoblado desértico desvalido cuerpo ausente
y si bien el recuerdo enumera con fidelidad
los datos más recientes o más nobles
no por eso los suple o los reemplaza
más bien le nutre el desconsuelo.

Bien sabía él que la iba a echar de menos
lo que no sabía era hasta qué punto
su propio cuerpo iba a renegar la cordura.

Y sin embargo cuando fue capaz
de entender esa dulce blasfemia
supo también que su cuerpo era
su único y genuino portavoz.



Chau número tres.


Te dejo con tu vida
tu trabajo
tu gente
con tus puestas de sol
y tus amaneceres
sembrando tu confianza
te dejo junto al mundo
derrotando imposibles
seguro sin seguro
te dejo frente al mar
descifrándote a solas
sin mi pregunta a ciegas
sin mi respuesta rota
te dejo sin mis dudas
pobres y malheridas
sin mis inmadureces
sin mi veteranía
pero tampoco creas
a pie juntillas todo
no creas nunca creas
este falso abandono
estaré donde menos
lo esperes
por ejemplo
en un árbol añoso
de oscuros cabeceos
estaré en un lejano
horizonte sin horas
en la huella del tacto
en tu sombra y mi sombra
estaré repartido
en cuatro o cinco pibes
de esos que vos mirás
y enseguida te siguen
y ojalá pueda estar
de tu sueño en la red
esperando tus ojos
y mirándote.

domingo, 17 de febrero de 2013

"Soneto V" Garcilaso de la Vega

Una tarde de domingo puede ser la prueba palpable de que cualquier situación puede arreglarla un libro.
Minucias diarias que pueden marcar tu vida.

Una tarde que empieza temprano, en la que se planean hacer un montón de cosas y el universo parece conspirar para que sea imposible, y lo único que te deja hacer es subir y bajar a través de un cristal, viendo como todo está estático fuera de esa cápsula.
La sensación de estar en un agujero.

Y, de pronto, un vistazo en una librería, una edición que huele a libro de otra época.
El libro se abre por la página que ha elegido y vuelve la magia.

Puede pasar, por ejemplo, en una estación de metro. Los versos te buscan, los compartes con alguien y, sucede: la mirada más importante de tu universo conecta directamente con tu propia mirada.
La lluvia lo ha limpiado todo, las miradas se buscan con ilusión, y el día se ha convertido en un día digno de ser vivido.

Esta pequeña anécdota es mi introducción a este soneto.
Que sigue cortando almas a medida.


Fotografía: Indiana Forti ("No rostros")
www.indianaforti.com

 Escrito está en mi alma vuestro gesto,
y cuanto yo escribir de vos deseo;
vos sola lo escribisteis, yo lo leo
tan solo que aún de vos me guardo en esto.

En esto estoy y estaré siempre puesto;
que aunque no cabe en mí cuanto en vos veo,
de tanto bien lo que no entiendo creo,
tomando ya la fe por presupuesto.

Yo no nací sino para quereros;
mi alma os ha cortado a su medida;
por hábito del alma mismo os quiero.

Cuanto tengo confieso yo deberos;
por vos nací, por vos tengo la vida,
por vos he de morir, y por vos muero.

martes, 12 de febrero de 2013

"Capítulo 7, Rayuela" Julio Cortázar

Julio Cortázar, el hombre que cambió mi vida.
(aprovechando el día que pasó a la eternidad)
Desde mi primera lectura de sus lineas, me dedico a buscar, en el mundo que creemos conocer, la magia sublime que empapa toda su literatura.

¿Encontraría a la Maga?

Creador de un universo de belleza real.
Me atrevo a tacharle de uno de los grandes genios que ha conocido la humanidad.
Y este es, probablemente y con el poco recorrido hecho, uno de los textos más hermosos de toda la literatura hispánica.




Fotografía: Indiana Forti ("No rostros")
www.indianaforti.com


Toco tu boca, con un dedo toco el borde de tu boca, voy dibujándola como si saliera de mi mano, como si por primera vez tu boca se entreabriera, y me basta cerrar los ojos para deshacerlo todo y recomenzar, hago nacer cada vez la boca que deseo, la boca que mi mano elige y te dibuja en la cara, una boca elegida entre todas, con soberana libertad elegida por mí para dibujarla con mi mano por tu cara, y que por un azar que no busco comprender coincide exactamente con tu boca que sonríe por debajo de la que mi mano te dibuja.
Me miras, de cerca me miras, cada vez más de cerca y entonces jugamos al cíclope, nos miramos cada vez más de cerca y nuestros ojos se agrandan, se acercan entre sí, se superponen y los cíclopes se miran, respirando confundidos, las bocas se encuentran y luchan tibiamente, mordiéndose con los labios, apoyando apenas la lengua en los dientes, jugando en sus recintos donde un aire pesado va y viene con un perfume viejo y un silencio. Entonces mis manos buscan hundirse en tu pelo, acariciar lentamente la profundidad de tu pelo mientras nos besamos como si tuviéramos la boca llena de flores o de peces, de movimientos vivos, de fragancia oscura. Y si nos mordemos el dolor es dulce, y si nos ahogamos en un breve y terrible absorber simultáneo del aliento, esa instantánea muerte es bella. Y hay una sola saliva y un solo sabor a fruta madura, y yo te siento temblar contra mí como una luna en el agua.

miércoles, 6 de febrero de 2013

"Te quiero a las diez de la mañana" Jaime Sabines

Me atrevo a leer este poema en prosa de Jaime Sabines, a la sombra de todas las grabaciones que hay del propio autor. Me atrevo porque me parece uno de los textos más hermosos. Frente a su ímpetu, mi nostalgia.

Cuando una palabra se escribe, se tatúa, adquiere otra dimensión. El autor la reparte como el sol reparte luz para crear belleza. Así, hago de estas líneas un pedacito de mí.

Así es, ¿quién podría quererte menos que yo, amor mío?


Agradezco a Indiana Forti por la fotografía de fondo. Le agradezco, también, por su sinceridad en el mundo; por su manera de mirar, con la pasión que despierta la inquietud humana.
Mucho más que recomendable. 
Sus fotografías se pueden encontrar en www.indianaforti.com



TE QUIERO A LAS DIEZ DE LA MAÑANA, y a las once, y a las doce del día. Te quiero con toda mi alma y con todo mi cuerpo, a veces, en las tardes de lluvia. Pero a las dos de la tarde, o a las tres, cuando me pongo a pensar en nosotros dos, y tú piensas en la comida o en el trabajo diario, o en las diversiones que no tienes, me pongo a odiarte sordamente, con la mitad del odio que guardo para mí.

Luego vuelvo a quererte, cuando nos acostamos y siento que estás hecha para mí, que de algún modo me lo dicen tu rodilla y tu vientre, que mis manos me convencen de ello, y que no hay otro lugar en donde yo me venga, a donde yo vaya, mejor que tu cuerpo. Tú vienes toda entera a mi encuentro, y los dos desaparecemos un instante, nos metemos en la boca de Dios, hasta que yo te digo que tengo hambre o sueño.

Todos los días te quiero y te odio irremediablemente. Y hay días también, hay horas, en que no te conozco, en que me eres ajena como la mujer de otro. Me preocupan los hombres, me preocupo yo, me distraen mis penas. Es probable que no piense en ti durante mucho tiempo. Ya ves. ¿Quién podría quererte menos que yo, amor mío?

lunes, 4 de febrero de 2013

"Deseo" Xavier Villaurrutia

Una mañana cualquiera, entre las estanterías de la biblioteca de la universidad, encontré a este poeta. Tenía un título que no podía dejar escapar "Nostalgia de la muerte".
En este libro también aparece un ciclo llamado "Décimas de nuestro amor", que guardo en la lista de pendientes.

"Deseo" describe ese tipo de amor que se vive cuando te niegas a no amar.
Yo, y creo que como cualquier ser humano, necesito este sentimiento.

Al escuchar estos versos, en cada pensamiento existe un olor, una mirada; quizá no aparezca un nombre nítido.
Ese secreto es la fortuna de cada uno de nosotros.

Espero que lo disfrutéis con la emoción que sentí, aquella mañana cualquiera, cuando estos versos me encontraron a mí.

Eme.


Amarte con un fuego duro y frío.
Amarte sin palabras, sin pausas ni silencios.

Amarte sólo cada vez que quieras,
y sólo con la muda presencia de mis actos.

Amarte a flor de boca y mientras la mentira
no se distinga en ti de la ternura.

Amarte cuando finges toda la indiferencia
que tu abandono niega, que funde tu calor.

Amarte cada vez que tu piel y tu boca
busquen mi piel dormida y mi boca despierta.

Amarte por la soledad, si en ella me dejas.
Amarte por la ira en que mi razón enciendes.

Y, más que por el goce y el delirio,
amarte por la angustia y por la duda.

sábado, 2 de febrero de 2013

"No quiero que te vayas" Pedro Salinas

Alguna que otra vez he pensado sobre el hecho de que en el mundo exista una persona que eclipsa a todas las demás. Y, como en casi todas las cuestiones del alma, no he llegado a ninguna conclusión. Sólo se siente.
Igual pasa con un director de cine, un escritor, un pintor o un grupo de música. De pronto, descubres tu predilección inexplicable.
Esto me ocurre con este poema de Salinas: se convirtió en mi predilecto.
Por semejanza, porque siempre quise explicar lo que dicen estos versos y sólo él pudo o por muchos motivos que, al final, ninguno tiene una explicación tan real como si digo que, simplemente, se me metió en el alma.


No quiero que te vayas
dolor, última forma
de amar. Me estoy sintiendo
vivir cuando me dueles
no en ti, ni aquí, más lejos:
en la tierra, en el año
de donde vienes tú,
en el amor con ella
y todo lo que fue.
En esa realidad
hundida que se niega
a sí misma y se empeña
en que nunca ha existido,
que sólo fue un pretexto
mío para vivir.
Si tú no me quedaras,
dolor, irrefutable,
yo me lo creería;
pero me quedas tú.
Tu verdad me asegura
que nada fue mentira.
Y mientras yo te sienta,
tú me serás, dolor,
la prueba de otra vida
en que no me dolías.
La gran prueba, a lo lejos,
de que existió, que existe,
de que me quiso, sí,
de que aún la estoy queriendo.

viernes, 1 de febrero de 2013

"Yo seguiré cantando, tú habrás muerto..." Rubén Bonifaz Nuño

Acelero un homenaje a Bonifaz Nuño, que ha sido llamado para la eternidad.
Como conocedor del amor, el alma y el tiempo, ya lo dejó palpable en su hermoso poema: definitivo y cierto.
Nos lo regaló a todos.





Yo seguiré cantando. Tú habrás muerto.
Habré yo muerto y seguiré cantando.
Ha de sonar mi voz de vida, cuando
la muerte en celo me haya descubierto.
Como surgidas del sepulcro abierto,
mis palabras; en ellas, abrasando,
irá este amor, hoy pasajero y blando;
entonces ya, definitivo y cierto.
Y nosotros, ya entonces, ni siquiera
huesos ni polvo ni recuerdo, juntos
estaremos. Es triste nuestra vida.
Sólo mi voz hará la primavera
que quisimos; los cálices difuntos
que arderán con tu nombre y su medida.

"Arte poética" Vicente Hiudobro (para empezar)

Sin otra motivación que compartir literatura y disfrutarla, pongo punto de partida con este poema, que es el elegido para dar vida al sentido de las palabras. Porque la literatura nos creó siendo leída, escuchada, compartida.
Sin ella estaríamos muertos; es la esencia del ser humano.

Nadie ha sabido aún definir la literatura, escapa a los límites del conocimiento.
Es sentimiento, alma.
Únicamente ella, existiendo, puede definirse como infinita.

Eme.




Que el verso sea como una llave
que abra mil puertas.
Una hoja cae; algo pasa volando;
cuanto miren los ojos creado sea,
y el alma del oyente quede temblando.

Inventa mundos nuevos y cuida tu palabra;
el adjetivo, cuando no da vida, mata.

Estamos en el ciclo de los nervios.
El músculo cuelga,
como recuerdo, en los museos;
mas no por eso tenemos menos fuerza:
el vigor verdadero
reside en la cabeza.

Por qué cantáis la rosa, ¡oh poetas!
hacedla florecer en el poema.

Sólo para nosotros
viven todas las cosas bajo el sol.

El poeta es un pequeño Dios.